Existen en el mercado dispositivos de seguridad llamados Firewalls (cortafuegos) que examinan todo el tráfico tanto entrante como saliente y en base a reglas y políticas predefinidas por la organización se permite o se bloquea. Esta funcionalidad impide la entrada de todo tipo de malware (gusanos, troyanos, virus, etc.), así como para los usuarios o grupos de usuarios que se designe, el bloqueo tanto de sitios de internet (Facebook, YouTube, etc.) como de aplicaciones.

El tipo y costo del dispositivo dependerá del número de computadoras que se conecten, la sofisticación del software de Protección y el término por el cual se contrate.

El proceso de configuración del software de protección en cuanto a los usuarios de la red y de los permisos que se les otorguen para el acceso a aplicaciones y acceso a internet es la parte más importante del proceso para asegurar el funcionamiento más adecuado de la solución. Otro aspecto no menos importante es el reporte de actividad en la red por usuario, para poder hacer los ajustes necesarios en la configuración de acceso que se detecten de esta forma o los que vaya solicitando el usuario, pues de forma inicial el procedimiento de configuración bloquea todos los sitios y accesos. Posteriormente se van agregando hasta tener un usuario con los accesos y permisos adecuados a sus funciones.

Una vez que ocurre esto para la totalidad de los usuarios, con la supervisión adecuada, se tendrá una red protegida de los ciberdelincuentes, empleados que se tendrán que conectrar más en sus actividades pues no tendrán los distractores de antes (Netflix, Youtube, etc.) y más ancho de banda para las aplicaciones importantes en la empresa.